El sensor de presión de gases de escape, ¿para qué sirve en un coche?

Se encarga de medir las diferencias en la presión y temperatura que puedan existir en los gases de escape y transmitir esta información a la centralita electrónica de nuestro coche (ECU) para que así nuestro motor pueda optimizar su funcionamiento y mejorar las emisiones.

Si el motor de nuestro coche funciona con gasolina su principal función es la de detectar un posible sobrecalentamiento asegurando así que el turbocompresor funcione a la presión ideal enviando más o menos combustible según precise.

Mientras que si es un motor diésel controla la entrada y salida del filtro de partículas para que trabaje a la temperatura adecuada y pueda así eliminar las partículas de una forma eficaz.


Foto de sensor de presión de escape de coche tomada de euautorecambios.es

¿Dónde esta ubicado el sensor de presión de gases de escape?

Por lo general se ubica entre la salida del motor y la entrada al turbocompresor, así como antes del filtro de partículas. Algunos coches pueden tener hasta un tercer sensor tras este mismo filtro.

¿Cómo funciona el sensor de presión de gases de escape?

Hay dos tipos de sensores, los llamados PTC (coeficiente de temperatura positivo) usan una resistencia que aumenta con la temperatura, mientras que los NTC (coeficiente de temperatura negativo) hacen lo contrario. Pero su funcionamiento es muy similar, siendo el objetivo el de transmitir la información a la ECU para optimizar el funcionamiento del motor.

¿Cómo compruebo el sensor de presión de gases de escape?

Por lo general en caso de fallo se debería encender una luz de avería en el panel de mandos de nuestro coche que podremos comprobar utilizando un maletín de diagnostico en busca de códigos de avería.

También puede ayudar una simple revisión visual, revisando el estado de los cables que conectan al sensor, así como revisar su conexión y suciedad.

¿Puedo conducir con o sin un sensor defectuoso?

No se debería conducir demasiados kilómetros con un sensor defectuoso, ya que la información que estará mandando a la ECU será errónea y el motor estará trabajando de forma inadecuada.

Como consecuencia algunos síntomas serían aumento del consumo de combustible, aumento del consumo de aceite, aumento de la contaminación, perdida de potencia y daño del filtro de partículas.

¿Que pasa si no hay sensor en el coche?

Algunos vehículos modernos directamente no funcionarán sin este sensor, y en caso de hacerlo, como comentábamos en el apartado anterior tendrá efectos negativos en el funcionamiento de nuestro coche y posibles averías muy graves a largo plazo.

Reemplazo

Cambiar un sensor de presión de gases de escape es realmente sencillo, bastará con desconectar el sensor dañado y reemplzarlo por el nuevo, lo más complicado será la accesibilidad al mismo que puede ser más o menos buena dependiendo del modelo de coche.

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