Según publica f1racing.net, el equipo BMW Sauber ha confirmado que la descarga eléctrica que sufrió uno de sus mecánicos durante los entrenamientos llevados a cabo a finales del mes de julio en Jerez de la Frontera se debió a una alta frecuencia de voltaje AC entre los puntos de contacto.
Tras haber concluido sus investigaciones en el incidente con el sistema KERS en Jerez, Markus Duesmann, Director de Mecanismo de Transimisión, ha explicado que el mecánico sufrió la descarga eléctrica «después de tocar el lateral del monoplaza y el volante». «Se produjo una alta frecuencia de voltaje AC entre esos puntos de contacto, cuya origen estuvo en la unidad de control KERS y en un acoplamiento capacitivo esporádico de la red de alto voltaje a la red de 12 voltios. El voltaje pasó por la instalación eléctrica de la red de 12 voltios al volante y por el chasis de carbono de vuelta a la unidad de control».
El alemán también ha insistido que en ningún momento el piloto y el mecánico estuvieron en peligro pues «sólo una pequeña cantidad de energía puede pasar por ese efecto de acoplamiento capacitivo. Aún así, la energía es suficiente para causar una reacción muy dolorosa. El piloto estaba aislado del coche por su mono y guantes, y por ello no corrió ningún peligro».
Para resolver el problema, BMW realizará «cambios en el diseño de la unidad de control para evitar que se produzcan efectos de acoplamiento capacitivo, funciones monitorizadas de gran extensión para altas frecuencias y una conexión conductiva de los componentes del chasis para evitar cualquier posibilidad eléctrica».
Así mismo, Duesmann confirma que BMW Sauber reanudará su programa de pruebas con el sistema KERS «cuando se hayan implementado todas las correcciones en el concepto de seguridad. Esperamos que esto sea en otoño». El equipo germano-suizo ha entregado su análisis de seguridad, así como medidas y recomendaciones, a la FIA y pondrá sus conclusiones a disposición de los demás equipos en la próxima reunión del Grupo de Trabajo Técnico.