Según publica thef1.com, uno de los artilugios más extraños de los que últimamente se ha oído hablar es el llamado J-Damper. Renault no quiso introducirlo a principios de este año en sus monoplazas debido a los casos de espionaje, pues el ingeniero Phil Mackereth provenía de McLaren, y no estaba la cosa como para tonterías… Sus bocetos, efectivamente, reproducían el llamado J-Damper de McLaren. La respuesta del jefe de ingenieros de Renault, Pat Symonds, sobre este dispositivo en junio fue concisa y memorable: «¿Qué es un J-Damper?»
J-Damper no es un dispositivo de suspensión en sí, sino el código desarrollado por McLaren para dejar fuera a sus rivales en la invención e introducción de este dispositivo en los monoplazas. Un dispositivo que se instaló en las flechas de plata en 2005, un año antes de que se le prohibiera a Renault usar su famoso «amortiguador de masa«. En aquel año, hace tres, McLaren pudo desarrollar este dispositivo gracias a un acuerdo exclusivo con la Universidad de Cambridge, donde nació el llamado J-Damper y donde fue patentado.
Pero Business Weekly asegura ahora que aquel acuerdo ha prescrito, por lo que la Universidad de Crambridge ha autorizado al principal suministrador de suspensiones de la Fórmula 1, Penske Racing Shock, el uso del J-Damper. De esta manera, cualquier equipo podrá ya beneficiarse de este elemento mecánico. Jim Arentz, director técnico de Penske Racing Shock, asegura: «Estamos convencidos de que el ingenio de Cambridge combinado ahora con Penske promoverá una mayor presencia de ‘inerter’ en el automovilismo«.