Los equipos de la F1 han decidido oponerse por unanimidad al regreso de los repostajes durante la carrera, que la FIA quería reintroducir en la F1 a partir de 2017.
Consideran que esta norma aportaría un limitado entretenimiento adicional que no se compensaría con el coste que supondría, además de los riesgos de seguridad que también conllevaría.
Los equipos se basan en 2010, cuando se eliminaron los repostajes, y hubo el doble de adelantamientos que en 2009, cuando aún estaban vigentes en el reglamento deportivo.
En cuanto a los costes, se estimaba un gasto de casi un millón y medio de euros en su primera temporada y otros casi 700.000 en la segunda, chocando contra la voluntad de la FIA de establecer un límite presupuestario en la parrilla.
Por último, la seguridad es otro de los puntos que comentan los equipos, por el riesgo que podría suponer pasar a utilizar aparatos que por cada segundo expulsaran 33 litros de combustible en lugar de 12, para así mantener la velocidad actual de un paso por boxes.
Después de esto, la propuesta no debería salir adelante, a pesar de que Bernie Ecclestone sí que vea la idea con buenos ojos.