Según informa motor21.com, no sólo el F60 está bajo sospecha de supuesta ilegalidad, sino que el FW31 de Williams y el TF109 de Toyota están bajo la lupa y, desde Renault, se espera que la FIA opine sobre el tema.
Al parecer, según publica la revista Autosport, algunos componentes de los coches han sido puestos en duda por el resto de equipos. La citada revista asegura que la FIA hará en breve una aclaración en cuanto a la altura de los difusores traseros, el problema de los dos monoplazas. Y es que al parecer se podrían haber aprovechado de una laguna legal en la normativa para superar la altura máxima del difusor hasta los 175 milímetros, diseñando una «solución aerodinámica» que daría ventaja en las curvas lentas.
Pat Symonds, ingeniero jefe de Renault, ha asegurado que «eso es algo que debe comentar la FIA. Nosotros se lo vamos a preguntar a ellos«, esperando una pronta aclaración por parte de la Federación.