Heikki Kovalainen se retiró del GP de Singapur de manera espectacular, con su Lotus en llamas tras una colisión a finales de la carrera con el Toro Rosso de Sébastien Buemi.
“No termine mi carrera como había pensado. Hasta el fuego, yo estaba teniendo una racha muy buena y el coche se había sentido bien durante la carrera”.
“Tuve un toque con Buemi y creo que se debió romper el tanque de combustible”.
“Yo no quería entrar en boxes, ya que no era seguro y me detuve en la recta principal. Un par de chicos de Williams me dieron un extintor, para apagar el fuego. Le dije a Tony Fernandes y Mike Gascoyne que tal vez necesite que me paguen más ya que también soy bombero“, bromeaba Heikki.