El director general adjunto de Renault Sport, Rob White, ha reconocido tras los test en Jerez, que los datos del banco de pruebas de su unidad de potencia no han concordado con el resultado tras el funcionamiento en pista.
«No hemos podido realizar suficientes vueltas y las pocas que se hicieron no fueron con un nivel de rendimiento aceptable. Las causas de los problemas no son sencillas: no hay un solo componente o sistema que esté causando dificultad, en realidad el problema radica en toda la unidad de potencia pues su control y su funcionamiento no es lo que se esperaba…».
«En el primer día de prueba tuvimos problemas con un sub-sistema electrónico ubicado en la zona de las baterías. Posteriormente, tuvimos problemas con los sistemas de inyección del turbocompresores y con los sistemas que controlan todos los accesorios asociados al motor, por ello se observaron tantos fallos mecánicos».
Recordemos que hace unos días, Rémi Taffin, máximo representante de Renault Sport, comentaba que tenían detectado el problema de la nueva unidad de potencia y que en un día estaría solventado. Sin embargo los primeros test han concluido, y los equipos motorizados por Renault solo han podido completar 151 vueltas en 4 días, en tanto los equipos Mercedes completaron 875 vueltas y los Ferrari 444.
«Es obvio que subestimamos la diferencia entre examinar el motor en un banco de pruebas y utilizarlo en la pista. Creíamos que nuestra configuración inicial era un sólido punto de partida pero quedó demostrado que nos equivocamos».
«Ahora sabemos que hay grandes diferencias entre el banco de pruebas y el coche, de allí que nuestras primeras impresiones fueran tan desastrosas. Estamos muy frustrados porque debemos enfrentar toda una cadena de problemas, muchos de los cuales deberíamos haber resuelto en el banco de pruebas. Honestamente, no pudimos aprender nada en los test de Jerez».