El GP de Singapur ha sido desastroso para el equipo Ferrari. Un fallo en el sistema del famoso semáforo que utiliza la escudería italiana para sus paradas en boxes, y errores de conducción por parte de los pilotos durante la carrera, dejaron claro que es imperioso un cambio en la escudería italiana. En el día en que Fernando Alonso brillo y logró su primer triunfo con Renault tras su regreso a la escudería francesa, los errores se sucedieron en la escudería de Ferrari.
Todo empezó con la entrada a boxes de Felipe Massa mientras estaba el Safety car en pista. El brasileño era líder de la carrera y las prisas para no ser adelantado hicieron que se diera luz verde en el semáforo antes de tiempo, y Massa salio disparado con la manguera puesta. El resultado fue que Massa se llevó por delante a varios mecánicos, se marcho con la manguera colgando del monoplaza salpicando de gasolina parte de la zona de boxes, y se incorporo de forma temeraria a la calle de boxes justo cuando pasaba por su lado un Force India. Como consecuencia a todo esto, fue sancionado una penalización que le obligo a realizar un drive-through.
Finalmente a Felipe Massa le pudieron retirar la manguera, tras esperar un buen rato al final del pit lane, y puedo reincorporarse a la carrera pero ya en las últimas posiciones. Desde ese momento, Massa intento recuperar posiciones pero cometió varios errores que le llevaron a quedarse fuera de los puntos.
Kimi Raikkonen, también se vio perjudicado por el error en el repostaje de su compañero de equipo, ya que perdió mucho tiempo en su primera parada al quedarse sin manguera y tener que utilizar la de repuesto, como resultado se reincorporo a la carrera situado en la cola del pelotón. El finlandes poco a poco fue escalando posiciones, pero con la carrera a punto de acabar, perdió el control de su monoplaza y se estrelló contra el muro, quedando de esta forma fuera de los puntos.