El piloto finlandés Kimi Raikkonen ha reconocido que 2008 no es precisamente la temporada más inspirada de su vida.
Raikkonen abandonó en el Gran Premio de Singapur y firmó su cuarta carrera consecutiva sin puntuar. Sabe que revalidar su título mundial es casi una utopía: «Es difícil encontrar las palabras adecuadas: correr de noche o de día, éste no es mi año. Me estrellé contra el muro (en Singapur) a falta de un par de vueltas. No corría para ganar, pero sí para conseguir puntos importantes para el equipo y acabé como en Spa, sin terminar», afirma en declaraciones a la página web de Ferrari.
«Parece que cuanto más intentamos mejorar las cosas, al final menos conseguimos», indicó, para agregar que «las vueltas más rápidas no significan nada si no las combinas con situaciones en las que realmente sirvan para algo».
Al finés le cuesta encontrar explicaciones convincentes a su bache: «No puedo explicar los motivos de esta etapa negra, y no puedo hacer nada para cambiar lo que ha ocurrido, sólo puedo mirar hacia delante, hacia las últimas tres carreras». Raikkonen, por último, libera de responsabilidades a su equipo: «Me siento muy mal por el equipo porque han hecho un gran trabajo para mejorar el F2008, pero este no es mi año».