Adrian Newey, director técnico de Red Bull, cree que su equipo será el mayor perjudicado por el cambio de la normativa para 2014.
Sobretodo por la nueva regulación de los escapes, que les impedirán aumentar la carga aerodinámica.
«Sin dudas, el nuevo reglamento perjudica a Red Bull, con las restricciones no se producirá ningún efecto con los gases de escape, algo que no entiendo, porque la utilización de un turbocompresor producirá más energía y eso habría que aprovecharlo».
«Probablemente hemos hecho un trabajo mejor que nuestros competidores en el desarrollo del sistema de escapes, y ahora con el nuevo reglamento, se nos impide aplicarlo, así que lamentablemente nos arriesgamos a perder».
«De todos modos, creo que el gran problema será, sobre todo, el alerón delantero más estrecho. Quitar 100 milímetros de esa zona no parece mucho, pero realmente es un gran cambio porque sitúa el ‘endplate’ justo en el medio de las ruedas delanteras, por lo que creo que, desde el punto de vista aerodinámico, tratar de recuperarse de eso será uno de los grandes retos».
«También hay que prestar atención a la ubicación del motor. El V6 turbo más las otras unidades de potencia, serán una bestias muy complicadas para albergar. Es una especie de dos o triple salto en la complicación en comparación con la instalación de un V8».